¡Hola gente enamorada! Hoy os traigo la historia con la que cerramos 2015. Una historia que ha marcado para siempre mi manera de ver la vida, y que me ha hecho ser consciente del increíble poder que tienes siendo «fotógrafo de bodas». Con ustedes, Boda en la Finca Buenavista.
El amor. Nacemos siendo una consecuencia de este. Vivimos buscándolo continuamente. Morimos rodeado de el. Es todo lo que uno puede desear, tener el amor presente durante nuestra vida donde la mayoría de nuestras lágrimas, sean de felicidad. Y es que, la única actitud a la que podemos agarrarnos, es a la «actitud del ahora». No hablo tampoco del carpe diem de excesos que pasan factura, hablo del ahora consciente. Respetando y dejando que todo fluya. La vida que estamos viviendo, el rato que disfrutamos. Nos pasamos el tiempo pensando en cosas superficiales, y mientras la vida pasa.
Creo que es justo empezar este post, con esta pequeña reflexión dedicada a la madrina de esta boda, M, la mamá de Roberto. Cuando conocí a la pareja, me llamó la atención la gran implicación de la pareja, pero sobretodo por la parte masculina. Un tipo business con el típico look de ejecutivo elegante y una voz seductora, al principio de la entrevista esperaba verlo desconectar en algún momento (como es habitual), pero me equivoqué. Estaba totalmente ilusionado con todos los detalles acerca del evento. Por supuesto, Sandra, de mirada brillante y sonrisa imperfecta que la hace totalmente irresistible, también estaba muy implicada, pero esto es «mi pan de cada día» así que no me sorprendió. Quedamos en un par de ocasiones para ultimar los detalles de la boda, y en una de nuestras reuniones deciden adelantar la boda al 26 de Diciembre. ¡Genial, una boda en Navidad!
Habían elegido el Santuario de La Fuensanta, patrona de Murcia. Y después lo celebrarían en La Finca Buena Vista. La decoración navideña fue increíble, y como presuponíamos que sería una boda bastante emotiva, diseñamos una tarjetita para los pañuelos de papel, que decía «Solo para lágrimas de Felicidad», y es que no debe haber otro motivo por el que llorar.
Llegó el día y tuve la suerte de contar como un segundo fotógrafo de lujo, Joseph Table que viajó desde Málaga para trabajar juntos. Me gusta mucho trabajar con otros fotógrafos de mi rollo, aprendemos mutuamente y el resultado es espectacular. Este post, lo he completado con algunas fotos de el, y pinchando en su nombre podéis visitar su Facebook. Como somos equipo, nos gusta dividirnos para las casas, así no tienen que madrugar más en casa del novio, y vamos más tranquilos todo el día, y con el doble de material. Así que Jorge y Álvaro fueron a casa de Roberto, y Table y yo a casa de Sandra (yo siempre prefiero casa de la novia).
Al llegar estaba terminando la técnico de Estèe Lauder del Corte Inglés de Murcia, ya he coincidido en varias ocasiones con ella, y me encanta como trabaja, así que os la recomiendo totalmente. El vestido impresionante de Rosa Clará en la calle Alejandro Selquer, los zapatos de los alicantinos Lodi y un ramo ideal de la Floristeria San Nicolás (dentro del Corte Inglés). Mientras se preparaba íbamos disparando con un estilo de fotografía documental o robado, y cuando Sandra ya estaba perfecta hicimos unos cuantos retratos de la familia y fotos de grupo. Al bajar nos esperaba un Rolls Royce Bentley de Organizomiboda.com, un coche clásico de los que me encantan.
La ceremonia fue muy emotiva, sonaban las notas musicales de Música en tu Boda y se olía a lirios, hortensias y paniculata. A la salida de los recién casados volaban burbujas de mini pomperos, arroz y pétalos de rosas. El posado lo hicimos allí mismo, en los alrededores de la Fuensanta y lo completamos con algunas tomas en los jardines de la Finca Buenavista. El cóctel como siempre, es caballo ganador. Estaciones de sushi, cervezas de importación entre muchas otras. Las invitadas lucían tocados de Fuen Viudes y Mi toque, ambas diseñadoras murcianas. Entraron al salón con un temazo de Analogic, bailamos, reimos y vivimos todas las emociones como si fuéramos parte de esta familia. Gracias por compartir con nosotros esta historia, gracias por convertirte en un súper héroe convirtiendo tu boda, en una mañana de navidad. Me parece increíble sentirme responsable de todos los recuerdos infinitos que hoy Sandra y Robert tienen en sus manos, de mantener vivos los detalles que nos hacen únicos, estemos ahora o no.
Nos vemos en el próximo post, y hasta entonces ¡Que viva el Amor! ♥