Boda en Finca el Torrero Alicante
¡Hola gente enamorada! Hoy os traigo una de las bodas más bonitas de este año, el enlace de Blanca y Borja, en la Finca el Torrero, de Alicante.
Septiembre ha llegado, año nuevo de propósitos y nada como estrenarlo con nuevas bodas en el blog. Este verano ha sido brutal de trabajo, y me he demorado con las publicaciones ¡pero aquí estamos! Toma nota de este inspirador post. Blanca, la sonrisa perfecta en persona, una de las novias más dulces con las que he trabajado, es puro amor. Borja, le brillan los ojos cuando mira a su mujer ¡que pareja!
Ella, de gusto exquisito, escogió un diseño único de la prestigiosa Alicia Rueda. Varios viajes a Bilbao, merecieron la pena, para el delicado vestido, lleno de romanticismo. Se preparaba en su casa del pueblo, junto a su familia. Cristina Jiménez, una de las mejores maquilladoras de Alicante, preparaba la piel de la novia, natural y jugosa, esta chica no necesita nada más con esa sonrisa. Tocado en rama de Julieta and Co. Joyas de las abuelas que ya no están, para hacerse presentes en este día, y un ramo cómodo y despeinado del Jardín del Cabo. Zapatos rosas de Pedro Miralles, escritos inesperadamente por Borja. Con una frase suya, del primer día que se conocieron ¡Me lo quiero copiar para mi boda!
Borja, el galán de esta historia, se vestía junto a su familia en el Huerto del Cura, en Elche. Tengo que destacar, que era una familia de revista. Chaqué en azul navy de la sastrería madrileña Haberdashers, que le quedaba cual guante. Todos emocionados, esperaban a la novia, en el Santuario de la Virgen del Pilar, patrona del mismo pueblo de la novia. Un lugar mágico. A la salida, besos, arroz y mucho amor.
Ya en la Boda en finca el Torrero, nos atendió Gema, un encanto absoluto. El cocktail amenizado por un cuarteto en directo de X. Todo ideal, y una cocina de diez, gracias a Dalúa Catering. Uno de los momentos que más me gustó, fue la suelta de globos que habían preparado las amigas, para la novia. Incluyendo una foto polaroid, personalizada y dedicada. Para el postre, show en directo de los propios novios, montando la clásica milhojas, mientras los fuegos artificiales de Piroelx, llenaban el cielo en esa noche de verano. Tarta y candybar, de la imprescindible Caperucita Cupcake, por suerte, cada vez más habitual en mis bodas. Cocktailero de lujo durante la fiesta y el photocall The Photolounge, para una noche única.
Blanca y Borja, mil gracias por confiar en nuestro equipo. Lo vuestro es tan de verdad, que será para siempre. ¡Me encantáis! Espero que os haya gustado esta entrada, nos vemos en el próximo post y hasta entonces ¡que viva el amor!
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